Mariana Roldos Aguilera en Poemas del Alma

Presentado por Poemas del Alma

viernes, 9 de septiembre de 2016

Acercamiento a un hermoso cuento lleno de dulzura y de voces de la naturaleza

María Piedad Romo Leroux Girón, escritora y con un encanto especial de amor por la naturaleza y a los seres que la pueblan, ha escrito un nuevo texto. Estoy segura que desde el título Una cotorra y sus amigos; dos loritos Cabezas Rojas, será un cuento que cautivará a los pequeños lectores y a los mayores que con avidez lo lean y disfruten.

Consta de cuatro apartados, magníficamente distribuidos y con vocablos (pinceladas de escritura) nos narra y describe personajes y sus hechos.

Uno. El arribo: Nos ubica en un tiempo lejano, cuatro décadas y un lustro, y con una hermosa descripción en que las palabras presentan lo hermoso que es el Oriente, singularizando la provincia de Sucumbíos.

Hace unos años hice un viaje allá y la lectura me ha provocado imágenes paralelas, la de lo que aconteció con ella durante su estadía y la mía, deslumbrada por esa belleza exótica y por la maravilla de su reino animal.

Debo destacar con qué emoción y ternura habla sobre la gente y sobre los otros seres vivos, los animalitos y del regalo que recibió de un animal que ella dice… no estoy segura si se trata de un macho o acaso sea una hembra (loro o lora)

Le dieron el nombre de Janet y lo que me llamó la atención son las dos palabras que daban a entender el pequeño ser animal Ludovico e Igor y la autora hace unos recuerdos de sus lecturas literarias que le produjo lo que el pajarraco decía.

Aquí confieso que también lo conozco, lo vi en su inmensa jaula en la casa de Piedad y Paula.

Dos. El alojamiento: Una agradable experiencia que debe ser leída y gozada de emoción.
El espíritu poético de la escritora se manifestó en un poema que escribió. Lo demás, hay que leerlo y disfrutarlo.

Tres. Su curiosidad no tiene límites: si conocí a la pajarraca hace poco tiempo, ya me imagino cómo ha de ver sido tiempo atrás.

Cuatro. La llegada de mis nietos: Los sentimientos y afectos se mezclan y cuenta con vocablos muy hermosos, cómo se estableció lo que diría “la amistad” entre los niños, un varoncito, una mujer y el ave.

Por último, nos habla de la llegada de Martin y Corina, dos habitantes del reino animal: una narración emocionada, vivaz y con mucho colorido que hace que uno siendo adulto, goce imaginándose escenas, colores y sonidos. Pienso a los pequeños y pequeñas que lo lean, estoy segura que a más de divertirse, estrecharán aún más los lazos de amor con la Naturaleza y sus habitantes.

Piedad es una escritora con mucha fuerza idiomática y que el énfasis y alegría que pone al narrar algo verbalmente también lo ubica en sus escritos.

Un bello texto para niños y adultos, porque desde los distintos espacios va a producir un momento de alegría, de goce literario y esparcimiento.

Felicitaciones una vez más, Piedad por esta nueva contribución a la literatura infantil ecuatoriana y diría de América porque está encuadrada en la literatura de base folklórica ya que nos presenta en una forma muy somera una parte de nuestro Oriente y su valoración.

Concluyo con una expresión de J. Koczak a la que se refiere la escritora argentina, María del Carmen Villaverde de Nessier:

Recuerdo el pasado, cuando era grande, y veo que todos nos parecemos, que somos iguales. Es infantil el hombre maduro y es maduro un niño, sólo que no nos hemos comprendido aún.


Mariana Roldós Aguilera